Washi Tape o Celo japonés

Siguiendo el consejo de mi amigo Raúl, que sabe mucho de tendencias, os traigo hoy una entrada sobre el washi tape ¿Todavía no habéis oído hablar de él?, pues no tardaréis.

Yo hasta hace poco no tenía ni idea de su existencia, pero me puse enseguida a investigar en Internet qué era eso del washi tape ya que "tape" está claro que significa cinta, pero ¿"washi"? me sonaba a japonés. 

El washi tape se ha convertido en el elemento estrella de las manualidades, elmundo blogger le ha dedicado numerosos post, incluso existen blogs como All washi tape dedicados exclusivamente a él. Cientos de diseños, cientos de ideas, el washi tape va más allá de ser una simple moda…

La historia de esta cinta adhesiva de papel de arroz decorada es muy curiosa, se remonta al año 1923 y of course nace en Japón. Las cintas de washi tape se usaban en los talleres de pintura de vehículos y en las empresas de construcción. Estas cintas empezaron a ser utilizadas en las escuelas por las maestras y sus alumnos para realizar manualidades, y de ahí nació la necesidad de que fueran de colores y estampadas. Desde alguna escuela se pusieron en contacto con Masking Tape, el fabricante, y la solicitud tuvo su resultado ya que se fabricaron cintas de 20 colores diferentes que empezaron a usarse para todo tipo de manualidades.

Me gusta el washi tape porque gracias a él las cosas más tristes y sosas, pueden tener una segunda oportunidad. No veremos del mismo modo la vieja lámpara del salón, la pared aburrida de una habitación, o un jarrón demodé. 

Ya sabéis, si pensábais que el celo japonés sólo servía para pegar en papel, aplicarlo en los lugares más insospechados consigue llevar su color y su diseño a cualquier lado, guirnaldas decoradas, pinzas más glamourosas, vajillas personalizadas, envoltorios para regalos preciosos...

La técnica para utilizar esta cinta de papel adhesiva es facilísima, solo tenéis que pegarla en cualquier superfície sólida como madera, cristal, plástico, cartón, etc. y dejar volar la imaginación. Primero hay que buscar qué objetos queréis "washi tapear" (jarrones, libretas, perchas, pinzas, etiquetas, cajas, o incluso el ordenador o la funda del móvil...), luego saber combinar los washi tapes de diferentes estampados y colores, y aportar algo de creatividad.

 

Como veis utilizar el washi tape es muy sencillo. Creo que esa es la clave de su éxito, además de que es muy barato y transforma cualquier objeto en algo más bonito que alegra la vista al instante. Para mí ha sido un gran descubrimiento, no soy muy manitas pero el washi tape no se resiste a nadie, ni a las más torpes. hay una gran variedad de washi tape, para todos los gustos y colores, los hay de estampados japoneses, infantiles, de animalitos, de rayas, de topos, de navidad...